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Las 10 mejores alternativas a Fairly Made en 2025
Actualizado el
21/12/25
Spanish
Estas son las 10 mejores alternativas a Fairly Made en 2025
4 factores clave al elegir una alternativa a Fairly Made
5 beneficios de explorar alternativas a Fairly Made
3 desafíos comunes al cambiar de Fairly Made a otra plataforma
Recomendaciones antes de elegir una alternativa a Fairly Made
Por qué Dcycle es la mejor alternativa a Fairly Made
Preguntas frecuentes (FAQs)
Estas son las 10 mejores alternativas a Fairly Made en 2025:
Cuando analizamos alternativas a Fairly Made, lo primero que debemos tener claro es que no todas las plataformas nacen para lo mismo.
Fairly Made ha desarrollado una solución centrada en la trazabilidad y el análisis de impacto en el sector textil, permitiendo a las marcas de moda rastrear su cadena de suministro, recopilar datos de proveedores y generar informes detallados sobre su huella ambiental y social.
Sin embargo, muchas empresas necesitan una solución más transversal, capaz de recoger, estructurar y reutilizar todos sus datos ESG sin limitarse a un solo sector o modelo de producto.
Cada compañía, sea industrial, tecnológica o de servicios, debe poder medir su impacto global y gestionar su información de sostenibilidad de manera centralizada, trazable y lista para cualquier marco regulatorio o estándar de reporte.
Hoy, la gestión ESG no puede depender de múltiples herramientas o de hojas de cálculo dispersas.
Las empresas buscan automatizar la recopilación de información desde distintas fuentes y adaptar esa información a distintos fines: desde informes EINF o CSRD, hasta SBTi, Taxonomía Europea o certificaciones ISO.
En este contexto, las mejores alternativas a Fairly Made son aquellas que integran todos estos procesos en una sola plataforma, sin necesidad de implementaciones complejas ni equipos técnicos especializados.
Medir, gestionar y comunicar los datos ESG ya no es un asunto de marketing, sino una cuestión de competitividad.
Las empresas que entienden su impacto y lo convierten en una herramienta de decisión estratégica ganan eficiencia, reducen riesgos y se preparan para las exigencias regulatorias que vienen. Las que no lo hacen, simplemente quedarán fuera del juego.
A continuación exploraremos qué opciones existen en el mercado más allá de Fairly Made, cómo se diferencian en funcionalidad y alcance, y qué factores debemos valorar para elegir la solución ESG más adecuada según las necesidades, el tamaño y los objetivos de cada organización.
Entre las alternativas a Fairly Made, destaca una solución que va más allá del enfoque tradicional en trazabilidad o cadena de suministro.
Hablamos de una plataforma integral de gestión ESG, creada para que cualquier empresa —sin importar su tamaño, sector o nivel de madurez— pueda medir, gestionar y comunicar su desempeño ambiental, social y de gobernanza con precisión y sin complicaciones.
No somos auditores ni consultores. Somos una solución tecnológica diseñada para empresas que necesitan estructurar sus datos ESG, asegurar su trazabilidad y aprovecharlos en todos sus casos de uso.
Recogemos la información desde múltiples fuentes —sistemas internos, hojas de cálculo, sensores, proveedores o bases de datos energéticas— y la transformamos en métricas verificables y listas para ser utilizadas.
Nuestra plataforma automatiza la recopilación, validación y distribución del dato ESG en distintos marcos normativos.
Esto permite a las empresas cumplir con los principales estándares internacionales sin duplicar esfuerzos ni depender de múltiples herramientas. Los datos se adaptan fácilmente a marcos como EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía Europea o certificaciones ISO, garantizando coherencia, trazabilidad y fiabilidad en todo momento.
Creemos que la sostenibilidad no es un coste, sino una ventaja estratégica. Gestionar bien los datos ESG no solo cumple con la regulación, sino que mejora la eficiencia, reduce riesgos y genera oportunidades de negocio.
En un contexto en el que la exigencia de transparencia crece cada año, disponer de una plataforma sólida y automatizada se traduce en una clara ventaja competitiva.
Además, todo el sistema funciona en la nube, lo que significa implementación inmediata, sin instalaciones complejas ni desarrollos técnicos.
En cuestión de minutos, las empresas pueden empezar a visualizar su información ESG, generar informes auditables y tomar decisiones basadas en datos reales y actualizados.
Nuestra propuesta está pensada para hacer fácil lo que antes era tedioso: eliminamos hojas de cálculo, procesos manuales y errores humanos.
Con ello, los equipos financieros, de sostenibilidad o dirección pueden centrarse en lo importante: interpretar los datos, optimizar sus operaciones y planificar con criterio.
En resumen, nuestra plataforma es la alternativa más completa y escalable a Fairly Made para aquellas empresas que buscan una solución ESG integral, automatizada y preparada para cualquier necesidad actual o futura.
Otra de las alternativas a Fairly Made que más valor aporta a empresas con foco en la medición ESG es Greenmetrics.
Su propuesta se basa en integrar de forma automática los datos energéticos, operativos y de emisiones para generar indicadores actualizados en tiempo real.
La plataforma está pensada para organizaciones que necesitan una visión continua de su desempeño ambiental y social, con la posibilidad de conectar sus sistemas internos (ERP, contabilidad, sensores, flotas, etc.) sin necesidad de procesos manuales.
Su punto fuerte está en la automatización de la medición de huella de carbono, tanto en alcances directos (1 y 2) como indirectos (3), junto con una capa de análisis que facilita la toma de decisiones en materia de reducción y eficiencia.
Sustaina Cloud se posiciona como una de las alternativas más completas a Fairly Made para quienes buscan una herramienta global de gestión ESG y reporting.
Su propuesta combina la recopilación de datos, el control de cumplimiento normativo y la generación de informes listos para inversores, clientes o reguladores.
Está diseñada para empresas que operan en varios países o con múltiples sedes, ofreciendo una estructura modular que se adapta a cada caso de uso. Permite agregar información de energía, recursos, proveedores o empleados en un único entorno digital.
Uno de sus diferenciales es la automatización del reporting bajo la CSRD y la Taxonomía Europea, ayudando a las empresas a preparar su información sin depender de asesorías externas o procesos manuales.
Envirodata es una alternativa orientada a empresas que buscan un control exhaustivo de sus datos ESG desde la fuente.
Su enfoque técnico la convierte en una opción robusta para compañías que manejan grandes volúmenes de información operativa o medioambiental.
El sistema permite conectar diferentes bases de datos internas, hojas de cálculo y fuentes externas para unificarlas en un único modelo de gestión.
Además, ofrece una capa de auditoría digital, garantizando la trazabilidad completa de cada dato.
Su ventaja competitiva reside en la precisión de su análisis, especialmente en industrias intensivas en recursos o con alto nivel de cumplimiento regulatorio.
Envirodata permite verificar cada dato ESG con evidencias asociadas, algo clave para reportes bajo la CSRD o las certificaciones ISO.
Climactiva se presenta como una de las opciones más flexibles dentro del panorama ESG europeo, orientada a organizaciones que buscan medir y reducir su impacto con una visión estratégica del negocio.
Su propuesta combina un motor de cálculo avanzado con herramientas de gestión interna, ayudando a las empresas a traducir sus métricas ESG en objetivos y planes de acción concretos. Esto permite pasar de la medición a la ejecución, conectando la sostenibilidad con la rentabilidad.
Además, integra un módulo de seguimiento que facilita la evaluación continua del progreso hacia los objetivos definidos, con alertas y actualizaciones automáticas.
De este modo, las compañías pueden alinear su desempeño ESG con la estrategia corporativa y las exigencias del mercado.
En conjunto, estas soluciones representan una nueva generación de plataformas ESG que simplifican la gestión, automatizan procesos y transforman los datos en decisiones reales.
Cada una ofrece un enfoque distinto, pero todas responden a la misma necesidad: convertir la sostenibilidad en un motor de competitividad para las empresas.
DataESG es una de las alternativas a Fairly Made que pone el foco en la gestión avanzada del dato no financiero.
Está diseñada para empresas que quieren ir más allá del simple cumplimiento, y convertir la información ESG en una herramienta de análisis, control y mejora continua.
Su punto fuerte está en la automatización del flujo de información entre departamentos, lo que evita duplicidades y asegura coherencia en todos los niveles.
El sistema permite recopilar datos desde fuentes internas o externas, validarlos automáticamente y vincularlos con los principales marcos normativos del mercado.
DataESG está orientada a organizaciones que necesitan orden, trazabilidad y control sobre grandes volúmenes de información, sin depender de procesos manuales ni de software especializado para cada área.
Impactia ofrece un enfoque muy práctico: ayudar a las empresas a entender y comunicar su impacto global sin depender de consultorías externas.
Su objetivo es que cualquier organización pueda medir su desempeño ESG con rapidez, interpretar los resultados y utilizarlos para tomar decisiones informadas.
La plataforma está estructurada en torno a tres pilares: medición, gestión y comunicación.
Esto permite a las compañías conectar los datos internos con sus metas estratégicas, presentarlos de forma clara y demostrar avances frente a objetivos concretos.
Impactia es ideal para empresas que buscan una herramienta intuitiva, ágil y de uso inmediato, que les permita tener control sobre sus datos y resultados sin procesos complejos.
EthicGrid está orientada a empresas que quieren alinear la sostenibilidad con la gobernanza sostenible, integrando los principios éticos y regulatorios dentro de su gestión corporativa.
Su enfoque va más allá del dato operativo, incorporando indicadores de gestión, cumplimiento y cultura organizacional dentro del análisis ESG.
La herramienta recopila información de diferentes departamentos —finanzas, recursos humanos, operaciones— y la traduce en indicadores estratégicos, facilitando el seguimiento de objetivos internos y externos.
Su diseño modular permite personalizar los indicadores ESG según el tipo de empresa o sector.
EthicGrid es especialmente útil para organizaciones que necesitan consolidar una visión global del desempeño corporativo, no solo desde la perspectiva ambiental, sino también social y de gobierno.
Metric360 destaca por su enfoque analítico. Se centra en convertir los datos ESG en conocimiento accionable, ofreciendo a las empresas una visión clara de su desempeño y del impacto financiero asociado a cada indicador.
La plataforma combina la recopilación automatizada de datos con paneles de control avanzados, que permiten analizar tendencias, comparar periodos y proyectar escenarios futuros.
Su arquitectura está pensada para empresas que buscan precisión y profundidad en el análisis de su desempeño ESG.
Además, integra un sistema de alertas inteligentes que ayuda a detectar desviaciones o riesgos antes de que se conviertan en problemas operativos o reputacionales.
SustainIQ cierra este ranking como una de las plataformas más versátiles para la gestión ESG.
Está pensada para empresas que buscan una visión integral del impacto de sus operaciones, abarcando desde el consumo energético y las emisiones hasta la gestión de personas, proveedores y cumplimiento.
Lo que la hace diferente es su capacidad de consolidar datos de distintas áreas sin depender de integraciones complejas, permitiendo una gestión unificada en cuestión de horas.
Además, ofrece herramientas de reporte listas para cumplir con las principales exigencias regulatorias europeas y facilitar auditorías internas o externas.
SustainIQ está diseñada para organizaciones que valoran la agilidad y la claridad: una interfaz sencilla, métricas claras y reportes listos para compartir con cualquier grupo de interés.
En conjunto, estas cinco soluciones —junto con las anteriores— representan el nuevo estándar del mercado ESG: plataformas que priorizan la eficiencia, la automatización y el uso estratégico del dato.
Porque al final, la verdadera diferencia no está en medir más, sino en saber qué hacer con esa información para seguir siendo competitivos.
Cuando comparamos distintas alternativas a Fairly Made, no basta con fijarse en la apariencia o el precio de la plataforma. Lo importante es entender qué necesita realmente nuestra empresa para gestionar los datos ESG de forma eficaz, trazable y adaptada a los objetivos del negocio.
A continuación, repasamos los cuatro factores esenciales que debemos tener en cuenta antes de elegir cualquier solución.
El primer punto es definir qué marcos o normativas queremos cumplir. No todas las plataformas ofrecen la misma cobertura ni el mismo nivel de actualización frente a las regulaciones que se están implementando en Europa.
Debemos asegurarnos de que la herramienta pueda adaptarse a los principales marcos de referencia, como el EINF, la CSRD, los objetivos SBTi, la Taxonomía Europea o las certificaciones ISO, garantizando un enfoque sólido de compliance que permita a la empresa cumplir con las normativas sin duplicar esfuerzos.
Cada empresa puede estar sujeta a distintos requisitos, por lo que contar con una solución capaz de distribuir los datos ESG a diferentes formatos y reportes es fundamental para evitar duplicar esfuerzos.
Además, elegir una plataforma flexible nos permite anticiparnos a los cambios regulatorios, evitando tener que reemplazar el sistema o recurrir a consultorías externas cada vez que aparezca una nueva exigencia legal o estándar de reporte.
La gestión ESG no depende de una sola persona. Involucra diferentes áreas y equipos: finanzas, operaciones, compras, recursos humanos o sostenibilidad.
Por eso, es clave analizar cuántos usuarios trabajarán con la herramienta y qué nivel de acceso o control necesita cada uno.
Una buena solución ESG debe permitir definir roles, permisos y flujos de trabajo, garantizando que cada usuario pueda colaborar sin comprometer la integridad de los datos. Cuando la información fluye de forma ordenada, se reducen errores y se gana en eficiencia.
También es importante que la plataforma sea intuitiva y accesible para todos los perfiles. No podemos depender de un departamento técnico para cada actualización.
La clave está en que cualquier persona del equipo pueda acceder, interpretar y actualizar la información ESG sin fricciones.
En la práctica, el éxito de una gestión ESG depende de cuánto podamos automatizar los procesos repetitivos.
Si seguimos dependiendo de hojas de cálculo o actualizaciones manuales, el riesgo de error aumenta y la información pierde valor con el tiempo.
Por eso, debemos buscar soluciones que automatizan la recopilación de datos desde las fuentes originales y los transforman en métricas coherentes y trazables. Esto incluye datos energéticos, operativos, logísticos o financieros, entre otros.
Una plataforma sólida debe ofrecer históricos de datos, validaciones automáticas y trazabilidad completa, de modo que cualquier cifra esté respaldada por su origen y contexto.
Esa trazabilidad no solo aporta fiabilidad, sino que facilita auditorías, verificaciones o revisiones regulatorias sin esfuerzo adicional.
El cuarto factor clave está en las integraciones tecnológicas.
En la mayoría de las empresas, la información relevante para los reportes ESG ya existe dentro de sistemas como el ERP, CRM, herramientas de facturación o bases de datos internas.
Una buena alternativa a Fairly Made debe poder conectarse directamente con esas fuentes, evitando duplicidades o cargas manuales de información.
Cuanto más fluida sea la conexión entre sistemas, más rápida y precisa será la generación de informes ESG.
Además, la integración no solo mejora la eficiencia operativa, sino que permite mantener un único entorno de trabajo, en el que los datos se actualizan automáticamente y se mantienen alineados con la realidad del negocio.
En definitiva, elegir una alternativa a Fairly Made no es una decisión técnica, sino estratégica.
Debemos apostar por una solución que unifique los datos ESG, automatice procesos y permita adaptarse a cualquier caso de uso, garantizando que la sostenibilidad funcione como una herramienta real de competitividad y crecimiento.
Cada vez más empresas están revisando sus herramientas ESG para buscar soluciones más completas, eficientes y alineadas con sus necesidades reales.
Analizar distintas alternativas a Fairly Made no significa empezar de cero, sino encontrar una forma más eficaz de gestionar, automatizar y aprovechar los datos ESG como un activo estratégico.
Además, para las organizaciones que cotizan en bolsa, contar con herramientas de gestión ESG avanzadas no solo facilita el cumplimiento normativo, sino que refuerza la transparencia ante inversores y mejora la confianza del mercado en su desempeño sostenible.
Uno de los beneficios más evidentes es la optimización de recursos.
Al contar con una plataforma que automatiza la recopilación, estructuración y distribución de datos ESG, reducimos de forma directa el tiempo y esfuerzo dedicados a tareas manuales.
Además, eliminamos dependencias de consultorías externas o herramientas aisladas, lo que disminuye costes recurrentes y nos permite destinar esos recursos a áreas de mayor valor. En definitiva, cuando centralizamos la información ESG en una única solución, mejoramos la eficiencia operativa y reducimos gastos innecesarios.
Cada empresa tiene un nivel distinto de madurez en su estrategia ESG. Por eso, una alternativa sólida debe ofrecer flexibilidad para adaptarse a diferentes fases de desarrollo y tamaño de organización.
Contar con una herramienta escalable nos permite empezar con lo esencial (por ejemplo, medir la huella de carbono o consolidar los datos sociales) y luego ampliar hacia otros marcos o certificaciones conforme evolucionan las necesidades del negocio.
Así, garantizamos que la inversión se mantenga útil a largo plazo.
En nuestro caso, trabajamos con esa lógica: una solución viva, capaz de crecer con la empresa y de cubrir cualquier caso de uso ESG que necesite abordar.
El tiempo es un recurso estratégico.
Por eso, una de las mayores ventajas de cambiar a una solución más avanzada es la capacidad de generar reportes ESG de manera automática y en pocos minutos.
Al tener todos los datos centralizados y trazables, podemos generar informes para EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o ISOs sin duplicar esfuerzos ni depender de hojas de cálculo.
Esto no solo acelera el trabajo de los equipos, sino que aumenta la fiabilidad y consistencia de la información presentada ante auditores, reguladores o inversores.
El resultado: menos carga administrativa, más agilidad y más control sobre los datos.
Hoy, ninguna empresa funciona con un solo sistema. Por eso, es fundamental que la herramienta ESG se integre fácilmente con los ERP, CRM o plataformas internas existentes.
Una buena alternativa debe garantizar interoperabilidad total, permitiendo que los datos fluyan sin interrupciones entre las distintas áreas del negocio.
Esto evita duplicidades, mejora la trazabilidad y facilita la conexión entre sostenibilidad, finanzas y operaciones.
Además, al trabajar con una infraestructura en la nube, la implementación es rápida, segura y sin necesidad de desarrollos técnicos complejos.
Así conseguimos que la sostenibilidad se gestione desde la misma lógica que el resto de procesos clave del negocio.
Otro aspecto a tener en cuenta es la claridad en la estructura de precios. Muchas plataformas ESG trabajan con modelos cerrados o tarifas poco predecibles, lo que dificulta estimar el coste real de uso a largo plazo.
Optar por una alternativa con modelos de precios flexibles y transparentes permite ajustar el servicio al tamaño y las necesidades de cada empresa.
Esto ayuda a mantener un control económico más claro, sin costes ocultos ni sorpresas en la facturación.
En resumen, explorar nuevas soluciones ESG no es solo una cuestión de herramientas: es una oportunidad para reducir costes, ganar agilidad, mejorar la precisión de los reportes y aumentar la competitividad en un entorno donde los datos no financieros son cada vez más determinantes.
Explorar alternativas a Fairly Made puede abrir la puerta a herramientas más completas, eficientes y adaptadas a la realidad de cada empresa.
Sin embargo, antes de decidir, conviene tener claridad sobre qué buscamos resolver y cómo queremos que nuestra información ESG trabaje a favor del negocio.
Estas son las recomendaciones clave que siempre debemos considerar antes de tomar una decisión.
El primer paso es tener muy claro qué marcos regulatorios necesitamos cubrir y qué indicadores son realmente relevantes para nuestra organización.
No todas las empresas tienen las mismas obligaciones ni los mismos objetivos.
Debemos analizar si necesitamos cumplir con EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía Europea, ISOs o cualquier otro estándar, y asegurarnos de que la nueva solución pueda adaptarse fácilmente a cada uno de ellos sin requerir desarrollos o implementaciones adicionales.
También es importante definir los KPIs ESG críticos: energía, emisiones, consumo de recursos, diversidad, cadena de suministro o gobernanza.
Cuanto más clara sea esta definición, más sencillo será encontrar una herramienta que centralice y traduzca esos datos en información útil y accionable.
El éxito de una solución ESG depende tanto de la tecnología como de las personas que la utilizan. Por eso, debemos identificar qué áreas participarán en la gestión ESG y cuántos usuarios estarán implicados.
No se trata solo del equipo de sostenibilidad: finanzas, operaciones, recursos humanos o compras también generan información relevante.
Una plataforma adecuada debe permitir la colaboración entre departamentos, asignar roles y mantener una trazabilidad completa del dato sin duplicar tareas.
Además, cuanto más intuitiva sea la herramienta, más rápida será su adopción y menos tiempo se perderá en formación o soporte técnico.
La sostenibilidad corporativa debe gestionarse con la misma agilidad que cualquier otro proceso de negocio.
Hoy, los datos relevantes para la gestión ESG ya existen dentro de la empresa.
Están repartidos en sistemas de facturación, herramientas financieras, CRMs o ERPs. Por eso, la elección de la plataforma debe garantizar una integración fluida con esos sistemas, evitando procesos manuales o cargas de datos innecesarias.
Una buena alternativa debe ser capaz de extraer información directamente de las fuentes originales, consolidarla automáticamente y distribuirla a los distintos casos de uso. Así conseguimos mantener los datos actualizados y coherentes sin depender de intermediarios.
Además, una arquitectura conectada permite que la información fluya con agilidad, eliminando silos de datos y mejorando la precisión de los reportes ESG.
Más allá del precio inicial, debemos analizar el coste total de propiedad (TCO). Esto incluye no solo la licencia o suscripción, sino también el tiempo de implantación, las integraciones, la formación y el mantenimiento.
Una solución que parece económica puede volverse costosa si requiere configuraciones complejas o servicios externos para funcionar.
Por eso, conviene apostar por una plataforma en la nube, modular y lista para usar, que permita escalar sin costes ocultos ni dependencias técnicas.
La clave está en invertir en una herramienta que no solo cumpla con la normativa, sino que genere eficiencia y retorno en la operativa diaria.
Cuando los datos ESG se gestionan correctamente, el ahorro en tiempo y recursos es tangible.
A la hora de elegir entre distintas alternativas a Fairly Made, lo que realmente marca la diferencia no es solo la funcionalidad, sino la capacidad de ofrecer una solución integral, flexible y orientada al valor real del dato ESG.
En nuestro caso, no somos auditores ni consultores, somos una solución diseñada para empresas que quieren medir, gestionar y comunicar su impacto ESG de forma sencilla y eficiente.
Nuestro objetivo es que cada organización pueda recopilar toda su información ESG y distribuirla automáticamente a los distintos casos de uso, sin complicaciones ni procesos manuales.
Centralizamos los datos ambientales, sociales y de gobernanza desde cualquier fuente —ERP, CRM, hojas de cálculo o sistemas internos— y los convertimos en métricas estandarizadas, trazables y listas para informes oficiales.
Así, las empresas pueden generar documentación compatible con EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía Europea, ISOs o cualquier otro estándar, en cuestión de minutos.
Además, nuestra plataforma está pensada para automatizar y simplificar al máximo la gestión ESG. Todo funciona en la nube, sin instalaciones complejas ni necesidad de desarrollos técnicos.
En pocos clics, los equipos pueden visualizar su desempeño, identificar áreas de mejora y preparar reportes listos para auditorías o revisiones regulatorias.
Creemos firmemente que la sostenibilidad debe ser una palanca estratégica de competitividad, no un trámite administrativo.
Por eso, nuestra misión es clara: convertir los datos ESG en decisiones empresariales más inteligentes, eficientes y rentables.
Con Dcycle, las empresas pueden controlar su información, reducir costes, automatizar procesos y garantizar la trazabilidad total de sus indicadores ESG.
En un mercado donde medir bien es la diferencia entre avanzar o quedarse atrás, nuestra propuesta es simple: hacer que la sostenibilidad funcione como un motor real de crecimiento.
Al buscar alternativas a Fairly Made, lo primero que debemos tener claro es qué necesitamos resolver y qué esperamos obtener del cambio.
No se trata de encontrar una herramienta similar, sino de identificar una solución que se adapte a la realidad de nuestra empresa y que mejore la forma en que gestionamos nuestros datos ESG.
Debemos priorizar tres aspectos clave: automatización, trazabilidad y adaptabilidad. Una buena plataforma debe recopilar los datos de manera automática, mantener la trazabilidad completa de cada registro y permitir adaptarse a distintos marcos normativos sin necesidad de configuraciones complejas.
También conviene asegurarnos de que la solución sea fácil de implementar, escalable y compatible con nuestros sistemas internos.
Esto evitará sobrecostes y nos permitirá empezar a trabajar con rapidez, manteniendo la fiabilidad del dato desde el primer momento.
Las principales ventajas están en la flexibilidad y la cobertura funcional.
Mientras algunas herramientas se centran en un sector o tipo de dato específico, hoy existen soluciones más completas que abarcan todos los aspectos ESG: ambiental, social y de gobernanza.
Estas alternativas permiten centralizar toda la información en un mismo entorno, automatizar los reportes, reducir los procesos manuales y facilitar la generación de documentación compatible con EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía Europea o ISOs.
Además, muchas plataformas actuales ofrecen mayor transparencia en precios y tiempos de implementación, algo que facilita la planificación y el control del proyecto desde el inicio.
En definitiva, el cambio no es solo tecnológico, sino también estratégico: pasamos de medir por obligación a gestionar por valor.
Para comparar de forma objetiva distintas herramientas ESG, lo más recomendable es definir criterios medibles antes de empezar.
Esto nos permite evaluar cada solución en función de nuestras necesidades reales, sin dejarnos llevar por el marketing o por funcionalidades que no aportan valor a nuestro negocio.
Podemos hacerlo evaluando cuatro variables:
Al comparar con estos parámetros, la decisión se vuelve más racional y alineada con los objetivos del negocio. Lo importante no es tener “más datos”, sino que esos datos sean útiles, fiables y fáciles de convertir en acción.
Antes de realizar una migración, es fundamental organizar y auditar los datos existentes. Esto implica revisar qué información tenemos, en qué formato, y qué parte de ella sigue siendo relevante o debe actualizarse.
El segundo paso es definir quién será responsable de cada tipo de dato dentro de la nueva plataforma: emisiones, consumo energético, proveedores, gobernanza, etc.
De este modo, la transición será más rápida y sin pérdidas de información.
También recomendamos planificar las integraciones con los sistemas internos (como ERP o CRM) y establecer un calendario de adopción progresiva. Así garantizamos que los equipos se adapten de forma natural, manteniendo la operatividad del día a día sin interrupciones.
En nuestro caso, ayudamos a las empresas a migrar y estructurar sus datos ESG sin complicaciones, asegurando que toda la información quede trazada y lista para ser utilizada desde el primer día.
Porque no somos auditores ni consultores, somos una Solución para empresas que buscan automatizar, centralizar y aprovechar sus datos ESG con una visión integral.
Nuestro objetivo es que cada compañía pueda gestionar su información no financiera de forma eficiente, sin depender de procesos manuales ni de múltiples herramientas desconectadas.
Recopilamos todos los datos ESG —ambientales, sociales y de gobernanza— y los distribuimos automáticamente en los distintos casos de uso: EINF, SBTi, CSRD, Taxonomía, ISOs o cualquier otro marco regulatorio. Todo desde una única plataforma, en la nube, lista para usar y sin necesidad de instalación.
Además, facilitamos que los equipos colaboren, compartan información y generen reportes en cuestión de minutos.
La trazabilidad está garantizada y la fiabilidad del dato es total.
Nuestra misión es clara: convertir la sostenibilidad en una palanca estratégica para la empresa. No queremos que la gestión ESG sea una carga, sino una herramienta que aporte claridad, eficiencia y competitividad.
Si algo define nuestra propuesta, es esto: hacemos que medir, gestionar y comunicar el impacto ESG sea más simple, más rápido y más rentable.
Cambiar de plataforma ESG puede generar dudas o cierta resistencia, pero entender los retos habituales nos permite planificar una transición más fluida y sin fricciones.
Uno de los primeros desafíos es la migración de la información histórica.
Cuando los datos están dispersos en diferentes sistemas o formatos, puede ser necesario revisarlos, estandarizarlos y validarlos antes de incorporarlos a la nueva herramienta.
Con una plataforma bien estructurada, este proceso se simplifica, ya que se pueden importar datos automáticamente desde hojas de cálculo, sistemas internos o fuentes externas sin perder trazabilidad.
Lo importante es mantener la consistencia del dato desde el primer día.
La tecnología solo funciona si las personas la utilizan correctamente. Por eso, otro reto habitual es la adopción por parte de los equipos internos.
Si la herramienta es compleja o poco intuitiva, el proceso puede alargarse y generar frustración.
La clave está en elegir una plataforma intuitiva, clara y fácil de usar, que no requiera formación técnica avanzada.
Así, cualquier usuario —ya sea del área financiera, de operaciones o de sostenibilidad— puede colaborar de forma efectiva y segura en la gestión ESG.
El tercer reto tiene que ver con la coherencia entre la herramienta y la estrategia de sostenibilidad de la empresa.
A menudo, las organizaciones adoptan soluciones que no se ajustan completamente a sus necesidades, generando desajustes entre los datos y los objetivos reales.
Por eso, es fundamental que la nueva plataforma ESG esté diseñada para adaptarse a los distintos marcos, regulaciones y prioridades de negocio, y que permita evolucionar sin cambiar de sistema.
En nuestro caso, lo tenemos claro: no somos auditores ni consultores, somos una solución para empresas, y nuestro papel es facilitar que los datos trabajen al servicio de la estrategia.
Cuando la transición se gestiona con planificación y las herramientas adecuadas, los beneficios superan ampliamente a los desafíos.
La empresa gana control, claridad y capacidad para convertir la información ESG en una ventaja competitiva real.
El cálculo de la huella de carbono analiza todas las emisiones generadas a lo largo del ciclo de vida de un producto, incluyendo la extracción de materias primas, la producción, el transporte, el uso y la disposición.
Las metodologías más reconocidas son:
Herramientas digitales como Dcycle simplifican el proceso, proporcionando información precisa y útil.
Algunas estrategias requieren una inversión inicial, pero los beneficios a largo plazo superan los costos.
Invertir en la reducción de la huella de carbono no es solo una acción ambiental, es una estrategia empresarial inteligente.
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