Contexto del Reglamento Ómnibus
26 de febrero de 2025, la Comisión Europea ha presentado un paquete de normas para simplificar las reglas de sostenibilidad que las empresas europeas ya debían seguir. ¿Por qué? Porque se han dado cuenta de que las normativas anteriores estaban afectando negativamente la competitividad de las empresas en Europa.
Objetivo principal: Permitir que las empresas sean más sostenibles sin perder oportunidad de crecimiento. Para ello, se han reformado las normas de sostenibilidad, haciéndolas más fáciles de cumplir y menos costosas, especialmente para las PYMEs.
¿Qué normativas trata el Reglamento Ómnibus?
El Paquete Ómnibus se ha centrado en simplificar las normativas de sostenibilidad, pero sin dejar de lado el objetivo inicial: que las empresas cumplan con sus responsabilidades medioambientales y sociales.
En concreto, han hablado de tres normativas clave:
- CSRD (Directiva de Información sobre Sostenibilidad Corporativa)
- CSDDD (Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa)
- CBAM (Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono)
CSRD: menos requisitos para las empresas más pequeñas
Reducción del alcance para algunas empresas:
Anteriormente, empresas con menos de 250 empleados y facturación inferior a 40 millones de euros tenían que cumplir con la CSRD. Con los cambios propuestos:
- El 80% de las empresas quedan exentas de estas exigencias, especialmente las que tienen menos de 1.000 empleados.
- Empresas medianas y grandes (con más de 1.000 empleados o facturación superior a 50 millones de euros) seguirán obligadas a reportar CSRD, pero con menos requisitos y estándares más simples.
Simplifican los ESRS:
Una de las críticas principales a la CSRD era que pedía demasiada información cualitativa, lo que hacía que las empresas invirtieran mucho tiempo y recursos. Con los cambios:
- Se simplifica la forma de reportar, ahora habrá más datos cuantitativos en lugar de informes cualitativos. Esto reducirá la carga administrativa.
Nuevos estándares:
- La CSRD también pedía que los informes estuvieran alineados con la Taxonomía de la UE, lo que significa que las empresas deberán demostrar cómo sus actividades se alinean con los objetivos de sostenibilidad definidos por la Taxonomía Europea.
- Las empresas deben abordar cuestiones clave como la mitigación del cambio climático, la biodiversidad y el uso eficiente de recursos en sus informes, brindando mayor claridad sobre su impacto en la sostenibilidad.
Auditorías:
- En la versión anterior de la CSRD, había que auditar los informes de sostenibilidad obligatoriamente. Con los cambios propuestos, ya no será obligatorio hacer una auditoría completa, se podrá hacer una auditoría más simple y económica (llamada aseguramiento limitado).
Plazos
- Las grandes empresas (más de 1.000 empleados y 50M de facturación) deben seguir cumpliendo con la CSRD a partir de 2026.
- Para las empresas que reportaban anteriormente en 2026 y 2027, se pospone el cumplimiento hasta 2028.
Taxonomía de la UE: más flexibilidad para las empresas
La Taxonomía de la UE define qué actividades de una empresa son sostenibles según criterios ambientales de la UE. Antes, la CSRD exigía que todas las empresas que reportaran sobre sostenibilidad también incluyeran cómo se alineaban con la Taxonomía. Sin embargo, con los cambios propuestos marcan que:
- Las grandes empresas seguirán obligadas a reportar su alineación con la Taxonomía.
- Las pequeñas empresas no estarán obligadas a reportar, aunque podrán hacerlo de forma voluntaria si así lo desean.
- También se permitirá reportar parcialmente. Esto significa que las empresas podrán informar solo sobre las actividades que cumplen parcialmente con los criterios de la Taxonomía, sin necesidad de cumplir con todos los requisitos.
Due Diligence: menos carga administrativa
En palabras simples: la diligencia debida es la profundidad con la que las empresas implican a su cadena de suministro en la medición de impactos sociales y medioambientales. Los cambios propuestos por el Ómnibus incluyen:
- Evaluaciones más simples: Las empresas solo deben centrarse en sus socios directos, no en toda la cadena de suministro.
- Reducción de la frecuencia de evaluación de una vez al año a cada 5 años.
- Menos información solicitada a las pequeñas empresas, lo que reduce la carga administrativa.
¿Qué significa esto para las empresas?
- Empresas grandes: seguirán teniendo que medir los impactos de sostenibilidad en toda su cadena de suministro, pero ahora se simplifica el proceso y se exigirá menos información.
- PYMEs no estarán obligadas a medir a sus socios indirectos, lo que les ahorra tiempo y esfuerzo. Además, tampoco estarán obligadas a responder solicitudes de información excesiva por parte de las empresas más grandes.
CBAM: ajustes para los pequeños importadores
El CBAM, que regula las importaciones de productos con altas emisiones de carbono, también se ha simplificado para las PYMEs:
- Las PYMEs que importen menos de 50 toneladas al año de productos afectados por el CBAM estarán exentas.
- Las grandes empresas seguirán siendo responsables de las emisiones de sus importaciones, pero con normas más claras y simplificadas.
Inversión: más oportunidades para las empresas
Además de la sostenibilidad, el paquete también impulsa la inversión a través de la simplificación del programa InvestEU. La simplificación de requisitos permitirá a las PYMEs acceder más fácilmente a fondos sostenibles, consiguiendo hasta 50.000 millones de euros en inversiones adicionales.
Conclusión: quieren facilitar la transición verde para Europa
Con el Paquete Ómnibus, la Comisión Europea está impulsando la transición sostenible para las empresas, especialmente a las más pequeñas. Al reducir la presión, pretenden mejorar la competitividad de las empresas europeas y no tener que dejar de lado los objetivos de sostenibilidad.
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